

Lamentamos comunicar que en la madrugada del miércoles día 19 de Agosto, el maestro Chau Wing Tak falleció en Hong Kong, debido a una disfunción multi-orgánica, a la edad de 78 años .
Persona que vivió para el arte del Hung Gar y murió por ello.
Este blog es el rincón donde los practicantes de Menorca, rendimos tributo a este fascinante estilo tradicional de artes marciales, de la mano de nuestro maestro Gabriel Soler.
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Me reuní con mi maestro anterior y le expuse mi decisión de ir a Hong Kong para poder seguir aprendiendo con Chau Wing Tak. Él me dio su consentimiento con una carta de recomendación junto con un diploma y yo, con muchas ganas e ilusión y un montón de dudas y cuestiones sin resolver, me presenté en Hong Kong, ante Chau Wing Tak, que por aquel entonces ya tenía 61 años.
Después de una pequeña reunión mantenida con el maestro y un riguroso examen, decidió acogerme como alumno y de esta manera pasar a ser mi SiKung o 'abuelo marcial'. Mi aprendizaje con el maestro Chau Wing Tak fue muy beneficioso y enriquecedor, aportándome una serie de conocimientos que desconocía hasta ese momento, sintiendo que en mi interior el Sr. Chau Wing Tak iba a pasar a ser mi continuador, que era justo lo que yo necesitaba. La instrucción y aprendizaje mantenido con este maestro fue totalmente directo y privado en su propio gimnasio. Allí solo estábamos el maestro, el intérprete, un gato, a veces un perro, un loro (que por cierto era muy divertido) y yo. De vez en cuando subía algún familiar a visitarnos, pero ningún otro practicante ni antiguo alumno.
Durante mi aprendizaje se trataron temas de armas, formas de mano vacía, "kam-la-sau" (técnicas de agarre o atrape), correcciones de formas anteriores aprendidas con mi anterior maestro y enseñanza de nuevas formas, conceptos de combate, historia del Hung Gar, etc., y así, poco a poco, fueron disipándose mis dudas y enriqueciéndose mi Hung Gar.
Tras este primer encuentro con Chau Wing Tak, que tuvo una duración ininterrumpida de casi tres meses, realicé numerosos viajes a la isla en los que estuve con el maestro, de los cuales quiero destacar los del año 1995 y 2005. Quisiera resaltar una serie de sucesos históricos acaecidos en concreto durante el transcurso de estos últimos dos viajes y así poner al lector en antecedentes. Éstos son la transformación de la ciudad colonial inglesa que era Hong Kong antes de 1997 y después de la misma, cuando pasó a ser una ciudad más de la China Popular, donde pude apreciar sus cambios socio-políticos, humanos y culturales. Por ejemplo, en el año 1989, a sus ciudadanos se les veía contentos, enérgicos y muy orgullosos de ser de Hong Kong. Era una ciudad en pleno rendimiento, con multitud de negocios y establecimientos de todo tipo llenos de clientes, y en lo que se refiere al Kung-fu, que en definitiva, es lo que nos interesa, he de decir que cuando llegué, eran los últimos coletazos de lo que se conocía como la 'Meca del Kung-fu', donde sus buenos años habían sido los 60 hasta los 80.
A pesar de todo, el ambiente que se palpaba era bastante aceptable, se puede decir que aún quedaba Kung-fu, en cambio, en el año 1995, la cosa ya fue totalmente distinta (año muy próximo al 97). Había mucha contrariedad, ciudadanos locos por sacar dinero de manera rápida y así poder marchar, gran temor al qué pasará con la entrada al país comunista, muchas fábricas cerradas (incluso polígonos), mucho paro, dejadez en la ciudad, gente que emigraba, sobre todo famosos del mundo del cine, del espectáculo y de la canción, los cuáles emigraban a países como Canadá, Australia, Estados Unidos, etc., y cómo no, también los respetados, famosos y reconocidos maestros de Kung-fu...
En cambio, el viaje a Hong Kong del año 2005 fue distinto con respecto a los anteriores. Recibí una invitación acompañada de unas llamadas telefónicas en las cuales, a parte de la notificación de la invitación al memorando de Tang Fong, también me informaron del delicado estado de salud de mi maestro. Este memorando se celebraba por el 50 aniversario de la muerte de Tang Fong, que por cierto, hacía 30 años que no se había celebrado ninguno y que por este motivo era doblemente especial. Me alentaron y sugirieron que debía presentarme a dicho evento. Así que, por todo lo ocurrido y combinándomelo con mi calendario laboral, decidí viajar hacia Hong Kong. Cuando aterricé en la isla, en su nuevo y flamante aeropuerto, considerado como uno de los mejores del mundo, aterrizamos en un pequeño islote en el que hay un puente de paso de vehículos que, curiosamente, ya había visto empezar su construcción en el año 1995.
Por lo demás, hoy por hoy en Hong Kong solamente queda el Wu-shu deportivo de la China Popular. No es que tenga algo en contra de esta modalidad e incluso es más, podría decir que hay practicantes muy buenos y que hacen cosas increíbles, pero hay que entender y tener muy clara la diferencia entre un deporte y un arte marcial. Por poner un ejemplo, pondré el Hung Gar de la rama de Tang Fong línea Chau Wing Tak, un estilo con su respectiva tradición y linaje. Pero como decía anteriormente, en Hong Kong prácticamente los estilos marciales considerados tradicionales no existen ya que el gobierno actual no los permite. Es más, palabras que antes se utilizaban como pueden ser "ko shoc", "kuen shoc" o "mou shoc" que tenían connotaciones marciales, ya no están permitidas y son sustituidas actualmente por "club de estudiantes" o formas de expresión similares. En definitiva, una lástima.